Ni una gasa de niebla
ni una lluvia o cellisca
ni una dádiva de nieve
ni un borbollar de fuente candorosa
dejó perderse.
Madre soy de Iberia
que incesante en mi seno, nace y dura.
A los tres mares que la ciñen corren
distintos y purísimas mis aguas.
Al Ebro, el Híjar, el Pisuerga al Duero
y el Nansa se despeña.
Tres destinos
Mediterráneo, Atlántico, Cantábrico.
Y mi cúspide eterna
bendiciendo, vientos de Dios,
España, toda en torno.
Prostérnate en mi altar si eres hispano.
Si de otras tierras, mira, admira y calla.
Gerardo Diego