Te elevó Trajano, copa inmensurable;
te elevó Trajano, copa gigantesca;
no te hizo redonda cual vaso de cíclopes;
sobre mil columnas te tendió soberbia.
Estás recostada sobre íntercolumnios
que vienen andando su marcha de leguas,
y elevas tu cauce cual seno grandioso
por el que incesante corre el agua eterna
Salvador Rueda