“Sus carnes, cubiertas con una capa de suciedad endurecida, sus largas uñas, encorvadas como las de los águilas, sus pies anchos y cortos, que apenas se distinguen los dedos los unos de los otros, ni en longitud ni en volumen, sus manos encallecidas, su tronco redondo por una desmesurada obesidad y lo tosco de sus miembros, la semejaban, en efecto, a una osa. Bajo un monte de pelo crespo, enmarañado, asomaban unos labios parecidos a un hocico, unos ojuelos brillantes, una nariz chata, una frente aplastada y estrecha y nos pómulos prominentes y angulosos”
"La Osa de Ándara"
Legend from Liebana